(Another) snapshot of two Bolivias
04.22.2004This is mostly for Eduardo, who commented on the problem of voting support for governments in Bolivia. Since the country is a model of "parliamentarized presidentialism" (the only one in the world), it doesn't elect presidents directly, but by parliamentary election. Governments are comprised of coalitions. This leads many to argue that presidents lack legitimacy. Again, this depends on regional context. Here's a graph showing vote shares for all parties members of the incoming government coalition in any given election:
Notice that vote shares in "media luna" departments are higher than in Andean departments. Dramatically so, in many cases. So. Yes. Andean voters are disenfranchized, since they tend to vote for parties that don't win any government power. Not in the east, which over-determines the incoming government. Also, notice a dramatic difference between vote shares in the 2002 election, where coalition parties won no less than 60% in the "media luna" but took less than 30% in La Paz & Cochabamba. Average vote share across elections for incoming coalitions is 62% in the east, 46% in Andean departments.
Keep in mind that each department's an independent electoral district. Victories for coalition parties in the east translate to large chunks of the parliament (they tend to take all eastern senate seats).
Also, the dramatic east-west difference increases if you look at urban-rural voting patterns. Except for El Alto, voting patterns in Andean cities (La Paz, Oruro, Potosí, Sucre) resemble "media luna" patterns. There's no similarly dramatic urban-rural divide in the east. This is true for all the data (such as in the previous post, below).
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NOTE: Figures for 1997 are adjusted. I excluded CONDEPA from the coalition figures, since it was kicked out of the coalition after a year. Including CONDEPA increases La Paz' "coalition" vote to 77.1%, w/ almost no effect on other departments.
See related post here.
Posted by Miguel at 01:02 PM
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Might be useful..
Libro:
Las preferencias electorales de las Elites
Salvador Romero Ballivián, Razón y sentimiento (la socialización política y las trayectorias electorales en la elite boliviana).
La Paz: Fundemos - PIEB, 2003, 304 p.
Reproducimos, traducido, un artículo publicado en diciembre de 2003 por Lazos, una publicación del Centro de Investigaciones Ibéricas e Iberoamericanas de la Universidad París X, respecto de un libro boliviano
Resultado de una investigación realizada con los auspicios del PIEB y luego publicada por Fundemos, Razón y sentimiento revela la trayectoria de las opciones electorales de la elite boliviana. Más allá del simple voto, es todo el proceso que condiciona el voto lo que interesa al autor: en efecto, se trata de comprender cómo se forman la relación con la política, las primeras preferencias partidarias, la percepción del contexto de una elección, por lo tanto el cálculo ligado a la oferta de los distintos partidos y, por último, la decisión de votar por tal o cual de entre ellos. Fuente de estos diferentes momentos en las prácticas electorales, las instituciones son decisivas en la medida que socializan a los individuos a lo largo de sus vidas, es decir que ellas difunden normas que si bien no prescriben directamente el voto por un partido u otro, favorecen las atracciones y los rechazos partidarios. El libro busca comprender cómo la historia personal de los individuos, su participación en instituciones muy diversas, al mismo tiempo que los cálculos y el contexto de la oferta política en el momento de la consulta, condicionan las preferencias políticas pasadas y actuales, cómo se articulan los sentimientos (ligados a las adscripciones pasadas) y la razón (el cálculo político en un momento dado).
El autor intenta responder a estas interrogantes a través de una encuesta en la elite boliviana, definida a partir de la reunión de varios criterios: residencia en los barrios con los más altos índices de desarrollo humano de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, estudios universitarios concluidos o en curso para los jóvenes, conocimiento de alguna lengua extranjera, ingresos mensuales superiores a 500 dólares, y tradición urbana en la familia o elites provinciales que emigraron a las capitales luego de la revolución de 1952. Esos indicadores permiten, según el autor, identificar a los miembros de clase media o de clase superior.
En el trabajo, se utilizan varios tipos de datos. El primero consiste en una encuesta por cuestionario a 350 personas entre 2000 y 2003. Son datos clásicos en la sociología política, que hacen especial referencia a los votos precedentes y a la pertenencia social. A veces se puede lamentar en algunos cuadros el escaso número de efectivos, inevitable por el tamaño de la muestra. La segunda encuesta, menos clásica, se basa en una serie de 37 entrevistas semidirigidas realizada al mismo grupo. Las entrevistas averiguan sobre las diferentes instituciones que, de cerca o de lejos, influyen en las preferencias políticas de los individuos así como sobre sus opciones en las elecciones en las que participaron. Estos datos permiten obtener impresiones de los individuos sobre su infancia, su familia, el lugar de la política en la vida de la familia, en la universidad, en los círculos profesionales, etc. y constituyen la mayor fuente del trabajo. Por último, el autor pudo acceder a una serie de cartas o de documentos de personalidades públicas que comentaba en caliente los acontecimientos políticos. Es la fuente menos empleada en el libro.
Luego de un primer capítulo que presenta las transformaciones del campo político boliviano desde el retorno a la democracia en 1979, el autor analiza la socialización política. Muestra que la dimensión política es secundaria en el seno de la familia aunque por numerosos aspectos inconscientes, la familia transmite valores que tendrán consecuencias sobre las preferencias partidarias. El tercer capítulo se dedica a los partidos, a su evolución así como a la relación que la gente de clase alta mantiene con ellos. Los últimos capítulos se consagran al análisis del comportamiento electoral en las presidenciales (capítulo 4), en las municipales (capítulo 5) o en las legislativas (capítulo 6). Por último, la conclusión propone una tipología de las “trayectorias políticas” del voto de la elite boliviana.
Hay que destacar cuánto este libro permite, por los datos cualitativos explotados, un conocimiento de los mecanismos de transformación de las preferencias partidarias (que un enfoque de geografía electoral permitiría conocer sólo de manera global) y ofrece una mirada rica por contrastada de la vida política de la elite boliviana. (Christophe Giraud, doctor en Sociología).
Posted by: Jonathan at May 5, 2004 06:38 PM